Desayunos


     Mi león ha empezado ésta semana el colegio. Nos sabemos la teoría, el desayuno debe contener proteínas, carbohidratos, algo de fruta y lácteos. Pero en casa somos muy mediterráneos, preferimos el vaso de leche o el café bebido sin más; y luego el bocadillo de jamón con aceite y tomate. Aunque nunca decimos que no a un dulce, así que preparo estos bollos con todos los ingredientes necesarios, para un buen desayuno, comprimidos y concentrados; más tarde almorzaremos un bocadillo, pero no nos faltará energía en las primeras clases de la mañana.

BOLLOS DE DESAYUNO

3 huevos (proteínas)

1 taza de yogurt (proteínas y lácteo)

1 taza de harina blanca (carbohidratos)

1 taza de harina integral (carbohidratos de absorción lenta, fibra)


1 taza de azúcar moreno (carbohidratos de absorción rápida)

1 taza de muesli: copos de avena, de maíz, de trigo, arroz inflado, pasas, plátano y manzana desecados, y semillas de lino (carbohidratos, fruta). Sirve cualquier tipo de muesli, o cereales de desayuno. Con arroz inflado chocolateado están de muerte.

1 taza de aceite de oliva virgen (grasas). Si no gusta el sabor fuerte cambiar por aceite de girasol.

1 cucharada sopera de cacao puro en polvo

1 cucharada sopera de levadura química

Azúcar y muesli para espolvorear.

Ponemos los huevos en recipiente grande y los batimos, vamos añadiendo los ingredientes uno a uno, primero aceite, yogur, azúcar, harinas, cacao, levadura y una pizca de sal, sin parar de batir. Cuando tengamos una crema espesa difícil de separar del brazo de la batidora, añadimos el muesli y mezclamos con una espátula. Repartimos en moldecitos de magdalenas, espolvoreamos por encima un poco de azúcar y un poco de muesli; y horneamos durante 30 minutos en el horno precalentado a 180º. Con estos ingredientes salen unos dieciséis o dieciocho bollos.

Pongo estos bollos en papelillos de magdalena porque así me es más fácil congelarlos. Antes los hacía un molde de plum cake, lo cortaba en forma de tostadas y congelaba, pero quedaban más secos. El papel y la corteza que se forma por arriba, protege el centro del bollo de las quemaduras que produce la congelación, y queda mucho más jugoso. Así cada mañana no tengo más que sacar un bollo del congelador, meterlo unos segundos en el micro y comérmelo calentito. Si además lo acompaño de un zumo de naranja (¡Qué ganas tengo de que empiece la temporada!) es un desayuno ideal.

Esto es lo que merendó mi león, recién llegado del cole él, recién salido del horno el bollo, un par de bolas de helado de vainilla con nueces de macadamia y un vaso de leche. ¿Y luego os extrañáis de lo grande que está?


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