La Gazpachá Fest fue todo un éxito gracias a los organizadores, Paco y Pilar.
Ayer fue un exceso en sensaciones, emociones, buen rollito, cansancio, comida, bebida...
Hoy toca comer bien, pero ligero, y muuucho descanso. Así que recién llegada del pantano he preparado la comida y la cena a la vez, para no tener que hacer nada ésta tarde.
RISOTTO DE SETAS Y PECHUGA CON
NATILLAS A LA PIMIENTA
Ingredientes para 3 comensales:
3 puerros
2 pechugas de pollo sin piel
1 huevo
300 gr de arroz
250 gr de virutas de setas (Pueden ser setas enteras picadas. A veces cuando solo uso los sombreros de los champis, por ejemplo, congelo los pies para tortillitas o arroces como el de hoy. Otras veces uso setas deshidratadas... Pero lo mejor es en temporada ir a cogerlas por la mañana y luego preparar este arroz. Pronto llega la temporada alta de setas, ¡Qué ganas tengo!)
75 gr de queso curado en polvo. (Si es un parmesano, Grana Padano, ideal; si no, cualquier queso curado bueno, yo hoy he puesto queso de oveja de Radiquero que tenía congelado)
Pimienta negra molida
Reducción de vinagre balsámico al aroma de trufa negra
En litro y medio de agua salada e hirviendo ponemos las pechugas enteras y limpias, y los puerros limpios y partidos por la mitad a lo largo, cocemos una media hora. Cómo tenía prisa lo he metido cinco minutos en la olla exprés más diez minutos de reposo. Obtenemos un caldo que usaremos de base para el risotto y las natillas.
En una olla con un chorrito de aceite rehogamos las setas picadas, esperamos a que se seque el jugo que sueltan ellas mismas y añadimos el arroz, damos unas vueltas y vamos añadiendo cucharones de caldo sin dejar de remover, no pondremos más caldo hasta que no se haya embebido el cucharón anterior. Necesitará algo más del doble de caldo que de arroz, es cuestión de paciencia, añadir poco a poco el caldo con cuidado de que no se agarre el arroz. Cuando está cocido pero todavía entero, unos 10 minutos, incorporamos el queso y removemos por última vez, tapamos y dejamos reposar 5 minutos. Mientras preparamos una ensalada verde para acompañar. Servimos, chorreamos con reducción de vinagre balsámico y, Bon profit!
Hacemos lonchas de un dedo de grosor de la pechuga cocida y las disponemos en el fondo de una fuente. Colocamos por encima el puerro. Con la batidora batimos el huevo con pimienta negra y una pizca de sal, hasta que espume y empezamos a añadir medio litro del caldo de cocción en hilillo como si intentáramos hacer una mayonesa. Pasamos el batido a un cazo y ponemos a fuego muy bajo sin dejar de remover hasta que espese un poco. Vertemos por encima del pollo y la verdura, espovoreamos un poco más de pimienta, esperamos que se enfríe y lo metemos a la nevera. A la hora de cenar una ensalada de tomate y queso fresco acompaña muy bien.
La cocina es sobre todo paciencia, yo hoy no he tenido y se me han cortado las natillas (es decir se ha cuajado el huevo, quedando por un lado y por el otro el caldo sin ligar), fuego demasiado fuerte. Pero como en la cocina también todo se aprovecha, he disuelto una cucharadita de postre de harina de maíz, maizena, en un dedito de agua y lo he añadido a la salsa, lo he batido todo de nuevo y vuelta al fuego, esta vez a fuego fuerte, hasta que ha cogido consistencia, el resto del proceso el mismo. No ha quedado tan fino como si se hacen bien las natillas pero para esta noche el mejor ;D